Categorías del rezago en México

Como puede apreciarse en los datos aquí descritos, el rezago educativo, tanto sus montos como la prevalencia de uno u otro de sus componentes (analfabetismo, carencia de primaria, o carencia de secundaria), están fuertemente relacionados con la edad de la población, incluso por sobre otros factores como pueden ser la ruralidad, el hablar una lengua indígena o el género. Estos últimos, sin dejar de ser relevantes, presentan una influencia diferente en relación con las edades.

Las diversas generaciones comprendidas en las edades de la población, no sólo se encuentran en momentos de su ciclo vital y productivo diferente, sino que han vivido, a lo largo de la historia nacional, contextos sociales muy diversos, en particular por lo que se refiere a la conformación de la infraestructura educativa nacional, por no mencionar factores culturales en términos de la valoración que se le da a la educación, tanto para la vida como para el trabajo. Entre los 32 millones de personas en rezago están, en los extremos, personas nacidas antes de 1930, hasta las generaciones nacidas hacia el final del siglo XX.

Cuadro 6. Categorías del rezago en México

* En paréntesis el porcentaje de población económicamente activa total de la población que no está en rezago educativo.
Fuente: estimaciones propias con base en INEGI, XIII Censo de Población y Vivienda 2010, Ags., México.



Como puede suponerse, ello implica la coexistencia de generaciones claramente diferenciadas. Para lograr una mejor comprensión y, en su caso, atención del problema del rezago educativo, se proponen las siguientes categorías: de una parte, la distinción de un rezago histórico que corresponde preponderantemente a la población en etapas avanzadas de su vida (50 y más años), y son las generaciones nacidas antes de 1960; por otra parte, un rezago transicional que se ubica en las edades de 35 a 49 años, y que de alguna manera se corresponde con las generaciones que iniciaron un punto de inflexión respecto a las previas; presentan un comportamiento muy similar a los promedios nacionales. Finalmente, el rezago reciente correspondiente a los grupos en las edades de 15 a 34 años, con características muy diferentes de los grupos anteriores. Esta clasificación resulta de suma importancia para la definición de posibles estrategias para la disminución de este fenómeno.

El rezago histórico

Como puede apreciarse en el cuadro 6, el rezago histórico definido fundamentalmente por las cohortes nacidas antes de 1960 (con 50 años o más en el 2010) presenta las siguientes características que constituyen elementos definitorios y contrastantes:

   Con 13.1 millones de personas, constituye 41% del rezago nacional.

   66.2% de la población en esas edades está en situación de rezago (63% superior al promedio nacional).

   66.5% de las personas en situación de rezago lo están por analfabetismo y la falta de la primaria (la suma de esos componentes explica asimismo 48.5% del rezago a nivel nacional).

   En particular, estas generaciones representan 83% del analfabetismo nacional (cuatro de cada cinco analfabetas están en estas edades) y más de la mitad (52%) del rezago por falta de primaria.

   Consecuentemente, la ausencia de secundaria sólo explica un tercio del rezago de este grupo de edad (sólo 16% del total de la población en rezago por secundaria en México tienen 50 años o más).

   La desigualdad de género es mucho más evidente que en el resto de la población: las mujeres superan el rezago masculino en 12.5%.

   Su tasa de rezago rural alcanza 91%.

   El rezago indígena en ese grupo de edad alcanza 93%.

  Sólo 0.7% de las personas en condición de rezago educativo de este grupo asiste a algún programa educativo. De los 13 millones, sólo 100 mil asisten. De los 100 mil, 15% se alfabetiza, 44% intenta certificarse en primaria, y 41% en secundaria.

  Sólo 40% de las personas mayores de 50 años en rezago es económicamente activo (contra 56% de las que no se encuentran rezago).

El rezago transicional

El rezago transicional, que es el que se da entre las cohortes nacidas entre 1960 y 1974 (35 a 49 años de edad en 2010), se caracteriza de la siguiente manera:

   Con 8.4 millones de personas en rezago educativo, constituye 26% del rezago nacional.

   Su tasa general de rezago es de 39.2% (similar al nivel nacional).

   45% de su rezago se debe al analfabetismo y la ausencia de primaria (similar al nivel nacional).

   55% de su rezago se debe a la carencia de secundaria (similar al nivel nacional).

   El nivel de sobrerrezago femenino es muy alto (11.5) y similar al del grupo de 50 y más años.

   Su tasa de rezago rural es de 72.1%, cercana al nivel nacional.

   Su tasa de rezago indígena es de 80.3, cercana al nivel nacional.

   1.4% de las personas en rezago, de estas generaciones, asiste a la escuela o a programas educativos para adultos (114 mil de 8.4 millones): 61% va a la secundaria, 30% a la primaria y 10% está en alfabetización.

   Su porcentaje de PEA es de 60%, contra 77% de la población sin rezago en esas edades.

El rezago reciente

Por su parte, al rezago reciente, conformado por las cohortes poblacionales nacidas entre 1975 y 1995 (15 a 34 años en 2010), lo definen las siguientes características básicas:

   El grupo poblacional entre 15 y 34 años es, en total, el más numeroso del país: 38 millones de personas están en esas edades, con una tasa de rezago considerablemente más baja que los otros dos grupos (28%).

   En números absolutos, con sus 10.6 millones de personas en rezago, constituye un tercio del rezago nacional.

   Su rezago por analfabetismo y primaria es menor en 42% al nivel nacional. Su tasa de analfabetismo es de 2.1% (841 mil personas), y de carencia de primaria es 5.7% (2.1 millones).

   En consecuencia, gran parte de su rezago (72%) obedece a la carencia de secundaria.

   En este grupo no existe desventaja para las mujeres; por el contrario, el rezago de éstas es inferior en 5.5% al de los hombres. La situación relativamente mejor de las mujeres también ocurre en los ámbitos rurales, pero no así entre los hablantes de lengua indígena.

   Su rezago rural (42.1%) también es considerablemente menor al de los dos grupos anteriores.

   Lo mismo ocurre con su rezago indígena: sin dejar de ser importante (60%), es considerablemente menor al de los grupos anteriores.

   Su PEA es de 50%, contra 56% de la población de esas edades sin rezago.

   De los 10.6 millones de personas en rezago de entre 15 y 34 años de edad, 1.8 millones (17%) sigue asistiendo a la escuela: 93% a la secundaria, 6% a la primaria, y menos de 1% se alfabetiza.

Sobre estas generaciones de rezago reciente, es muy importante la siguiente precisión: de las personas en rezago que aún estudian, 88% (1.6 millones) tiene entre 15 y 19 años y, particularmente, 67% (1.1 millones) tiene 15 años de edad. Es decir, entre los más jóvenes de 15 a 19 años (y con un volumen de rezagados de 3.5 millones), más de la mitad sigue asistiendo a la escuela y específicamente a la secundaria, y una gran mayoría tiene 15 años: tres cuartas partes de las personas en rezago de 15 años, acuden a la secundaria. Hacia los 16 años, todavía 42% sigue cursando la secundaria, a los 17 años 20%.

Por lo anterior, podemos afirmar que el rezago educativo particularmente a la edad de 15 años (y en menor medida a los 16 y 17 años), obedece más a un fenómeno de extra-edad en la escuela, que al rezago propiamente dicho. Ello explica por qué la tasa de rezago excesiva de 68% a los 15 años, cae a 19% antes de los 20 y hasta los 24 años.

De toda la población mexicana en rezago en México que aún sigue asistiendo a la escuela (dos millones), 80% tiene de 15 a 17 años. Se trata de un grupo muy específico de rezago: son estudiantes en extra-edad. También es claro que, conforme se avanza en la edad, se reduce el nivel de asistencia escolar de la población en rezago educativo. A los 18 y 19 años aun asiste 7%, y a partir de los 20 hasta antes de los 35 años, los niveles de asistencia a la escuela aún alcanzan a ser de 2 a 3%. En los subsecuentes tramos de edad (rezago transicional e histórico), como ya se señaló, los niveles de asistencia escolar se reducen de manera significativa.