Estrategia

La inclusión de las artes en el currículum nacional dará una oportunidad para una educación creativa y cultural que sea congruente con las necesidades del mundo actual para adquirir habilidades básicas fundamentales y una base sólida para el aprendizaje de por vida. Un sistema educativo que propicie el reconocimiento y desarrollo de los talentos naturales de las personas. Una educación que se centre en el aprendizaje y no en la enseñanza, y que coincida con las necesidades imperantes de la realización personal, el mercado laboral y la sociedad.


Según este nuevo esquema (apéndice D), los jóvenes desarrollarán sus capacidades de observación, reflexión y análisis, y tendrán la posibilidad de imaginar y generar propuestas creativas, así como de convocar los factores necesarios que, a través de la colaboración, permitan su instrumentación y mejora permanente.

Infraestructura

Para el desarrollo de una educación creativa y cultural, será necesario contar con espacios para las actividades artísticas y culturales, desde las áreas habituales dentro de las escuelas, como salones de usos múltiples, patios o áreas verdes, así como crear espacios alternativos, fuera de las escuelas, ya sean teatros, casas de cultura, plazas públicas o lugares alternativos/itinerantes que se desarrollen mediante proyectos creativos (apéndice C para algunos ejemplos de espacios y programas creativos).

Tecnología

Una red de banda ancha que se extienda a lo largo y ancho del territorio nacional permitiría aprovechar las nuevas oportunidades que brinda la tecnología de la información en cuanto a formas de enseñanza y aprendizaje, ya que es posible proporcionar un acceso más fácil y más completo a información, ideas y personas. Asimismo, la tecnología de la información es una de las maneras más fáciles de estimular las ganas de aprender en un niño, ya que le permite interactuar con las herramientas de tal manera que sus propias acciones hacen la diferencia en su proceso creativo y de aprendizaje.