Introducción

México requiere una reforma integral de su sistema educativo. Esta no es una tarea que se logre en el corto plazo y ver los resultados puede tardar todavía más. Abatir la pobreza, reducir los niveles de desigualdad, romper con los mecanismos que perpetúan estas condiciones en los grupos y las familias de menores ingresos y excluidas de los derechos sociales, lograr una más rápida integración del país en la sociedad y la economía del conocimiento, incrementar la competitividad. Estos serían los resultados de la reforma educativa en gran escala.

Para lograr eso, es necesario que en el próximo decenio todos los niños y jóvenes de México tengan acceso a la educación, a una formación de calidad que incluya el manejo de las tecnologías y los lenguajes del mundo de hoy; que los profesores estén bien capacitados y su labor sea reconocida; que las instituciones educativas en todo el país cuenten con la infraestructura y el equipamiento necesarios para tener una formación integral que incluya la práctica deportiva, las actividades culturales; que se logre la cobertura universal en el bachillerato; que se duplique, por lo menos, la cobertura en educación superior; que se duplique la graduación de doctores.

En este ensayo hay argumentos y datos que evidencian la urgencia de esta reforma, de esta transformación de nuestro sistema educativo. Los planteamientos en favor van desde la situación del país como resultado de las políticas económicas y sociales aplicadas en las últimas décadas, hasta los datos concretos que demuestran las desigualdades en el acceso a la educación.