Distribución

De acuerdo con el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos (UNESCO, 2010), de los casi 800 millones de adultos analfabetas, dos tercios son mujeres, concentrándose principalmente en países de la región del África Subsahariana y Asia del Sur y Occidental.

Los análisis de la Encuesta Internacional de Alfabetización de Adultos (AETS, por sus siglas en inglés) revelan que la brecha de oportunidades en referencia al ámbito económico es dramática entre los países de ingresos altos, medios y bajos. Es por ello que, de manera generalizada, los países con los menores ingresos ofrecen programas gubernamentales que priorizan la atención a adultos jóvenes, en edad productiva y a los adultos mayores de 45 años, lo cual los coloca en franca desventaja (Coulombe et al., 2004).


Mapa de analfabetismo en el mundo

 
FUENTE: UNESCO, Intitute for Statistics (2010). Adult and Youth Literacy: Global Trends in Gender Parity, UIS Fact Sheet, septiembre de 2010, núm. 3.



Esta situación es sumamente grave, si se considera que en América Latina y el Caribe, Brasil y México son los países más poblados de la región y la mitad de las personas mayores de 50 años que ahí habitan cuentan con los niveles educativos más bajos, o en su defecto, nunca asistieron a la escuela (Torres, 2009). Otro punto álgido en la discusión sobre el analfabetismo, es que se potencializa en tanto que los factores mencionados se conjugan porque tienen un carácter integral (UNESCO, 2010). En este sentido, las mujeres mayores que viven en las áreas rurales tienen menos probabilidades de participar en cualquier tipo de educación de adultos, especialmente si pertenecen a un grupo étnico minoritario.

En el caso de América Latina existe una conocida diversidad étnica, presente en las inmensas áreas rurales, sobre todo en Bolivia, Ecuador, Guatemala, Perú y, por supuesto, Mé­xico, países en los que se acentúan los índices de analfabetismo en este sector de la población.

El analfabetismo no es un fenómeno individual sino de naturaleza estructural; como se ha mencionado, los índices más altos de población analfabeta se concentran en las regiones menos desarrolladas, donde la educación se convierte en una de las claves de acceso a una mejor calidad de vida (Schmelkes & Kalman, 1996).

En nuestro país, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2010 (INEGI, 2010) existen alrededor de 5.4 millones de personas analfabetas (6.9% de la población total de 15 años y más); de los cuales, 2.1 son hombres y 3.3, mujeres. Es decir que seis de cada 100 hombres y ocho de cada 100 mujeres en este rango de edad no saben leer ni escribir.


Analfabetismo en México

FUENTE: Sistema Educativo Nacional de la República Mexicana [en línea] <http://mx.kalipedia.com/geografia-mexico/tema/mexico/graficos-mexico-analfabetismo-escolaridad.html?x1=20080510klpgeogmx_3.Ges&x=20080510klpgeogmx_25.Kes >; consulta: 12 de septiembre de 2012.


Analfabetismo en México

FUENTE: Principales cifras del SEN ciclo 2010-2011 [en línea] http://www.dgpp.sep.gob.mx/Estadi/principales_cifras_2010_2011.pdf consulta: 11 de septiembre del 2012.

Como se observa en la gráfica, los estados que presentan elevados porcentajes de población analfabeta son Chiapas, Guerrero y Oaxaca, entidades que también cuentan con los mayores porcentajes de hablantes de lengua indígena, seguidos de Veracruz y Puebla. Además, de 6.6 millones de indígenas, 27.3% es analfabeta.

Los casos más dramáticos de analfabetismo se concentran en los municipios de Cochoapa el Grande, en Guerrero; Coicoyán de las Flores y Santa María la Asunción, en Oaxaca; Tehuipango y Mixtla de Altamirano, en Veracruz, donde alcanza a más de 55% de su población.

Asimismo, dentro de la tendencia general, estos municipios se encuentran en condiciones de pobreza extrema y marginación, donde el analfabetismo lacera con vehemencia a las mujeres; pero destaca, por ejemplo, que en Cochoapa el Grande, Santa María la Asunción y Tehuipango, más de dos terceras partes de la población femenina se encuentra en esta condición.

Según el INEGI, al interior de los hogares mexicanos, en 8.4%, el jefe de familia no sabe leer ni escribir; por su parte, 7.7% de los menores de 15 años y 7.6% de los jóvenes de 15 a 29 años forman parte de un hogar encabezado por un jefe que no cuenta con dicha capacidad.