Educación especial

Existen muy pocos estudios sobre educación especial y de talentos en México. Es necesario conocer la situación de esta población en educación para poder identificar formas para atenderla pertinentemente. Por lo que son necesarios estudios en este ámbito que permitan tener un panorama sobre la educación especial en el país, sus necesidades, retos y problemáticas. Un ejemplo de esta necesidad radica en las creencias que tienen los docentes de preescolar sobre los beneficios de tener alumnos con necesidades educativas específicas fuera del aula regular, cuando lo que indica la política y la investigación es lo contrario; por tal motivo, el INEE menciona la necesidad de realizar estudios en esta área identificando las implicaciones de dichas creencias en el desarrollo de los alumnos, así como la identificación de las creencias de los docentes por nivel y modalidad (INEE, 2011).

En la misma línea, es necesario contar con estadísticas confiables y precisas sobre la población con necesidades educativas especiales (Molina, 2009; INEE, 2011). Como señala el INEE (2009: 98), “[e]l Informe final de Consistencia y Resultados del Programa de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa, que es una evaluación externa, señala que no existe una identificación de la población potencial hacia la cual está dirigido”.

Actualmente se cuenta únicamente con las cifras de las personas que reciben atención de instancias especializadas, pero debido a que dicha atención se focaliza en zonas urbanas, “esto no permite conocer la presencia de niños con NEE en todas las modalidades educativas” (INEE, 2009: 98). Si se desconoce el universo por atender, será imposible poder hacer comparaciones y análisis serios sobre qué acciones hacen falta y cómo alcanzarlas.

Por otro lado, un estudio realizado por el INEE (2010) de preescolar, en el caso de alumnos con necesidades educativas especiales, menciona que en el ciclo escolar 2007-2008, únicamente 39.8% de los grupos que cuentan con niños con necesidades educativas especiales (NEE) recibió ayuda de las Unidades de Servicio y Apoyo a la Educación Regular (USAER) o de los Centros de Atención Psicopedagógica de Educación Preescolar (CAPEP). La atención por parte de estas instancias se concentra en la zona urbana, en donde existen diferencias entre las escuelas urbanas favorecidas que cuentan en 61% con el apoyo de estas instancias, mientras que en las urbanas de contextos desfavorables, cuentan con 42.7% de apoyo. Sin embargo, en el caso de las escuelas comunitarias e indígenas el apoyo de las USAER o de los CAPEP no supera 15% de los grupos con alumnos con necesidades educativas especiales. Es por ello que es necesario incrementar el presupuesto, la infraestructura y los recursos para que en contextos y modalidades menos favorecidos se cuente con el apoyo de las instancias especializadas para atender a esta población, es decir, con el apoyo del personal de las USAER y los CAPEP.3 En otros países los profesores cuentan con un apoyo especializado por lo menos durante una parte de la jornada laboral, mientras que en México esto no sucede y ni siquiera el personal de las USAER está capacitado para apoyar adecuadamente a esta población.

Respecto de la infraestructura, es importante considerar que para que un alumno con necesidades educativas especiales pueda tener la mayor independencia posible y esté en un ambiente seguro, las instalaciones deben contar con adaptaciones básicas, empezando por rampas (con las características básicas que garanticen seguridad —ancho e inclinación—) para estudiantes con dificultades de desplazamiento; sin embargo, también se requerirá de letreros en Braille, contrastes de color (para los que tienen dificultades visuales), así como aislantes de sonido (para las limitaciones auditivas). El INEE (2010) identificó que para las distintas modalidades educativas de preescolar, en general, sólo 12.5% cuenta con rampas en la entrada del plantel, 7.1% en la entrada de los salones y 2.3% cuenta con baños adaptados. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la situación en el contexto urbano es mejor, por lo que sin considerar dicho contexto, el porcentaje de planteles que cuentan con alguna adaptación es menor a 6.9%. Debido a que en México se busca la inclusión a cualquier escuela de alumnos con necesidades educativas especiales, es necesario que todos los planteles educativos cuenten con las adaptaciones necesarias para garantizar la independencia y la seguridad de los alumnos. Es necesario invertir en adaptaciones escolares a nivel nacional, en todos los niveles educativos y sus modalidades.

Sería recomendable recuperar experiencias exitosas en atención a esta población que realizan países como Costa Rica o España, que cuentan con todo un sistema de apoyo durante la formación y a lo largo de la vida que les permite tener experiencias positivas tanto en la escuela como en la sociedad en general.

Por lo anterior y siguiendo las estrategias desarrolladas en Iberoamérica, particularmente en España, Costa Rica, Cuba y Chile, proponemos:


   Aumentar y fortalecer el financiamiento destinado a la población con necesidades educativas especiales.

   Realizar las adaptaciones necesarias para tener escuelas seguras y que le proporcionen la mayor independencia posible a los alumnos con necesidades educativas especiales (Arias, 2009).

   Capacitar a los docentes en la atención e inclusión de alumnos con necesidades educativas especiales.

   Garantizar el apoyo y la orientación por parte de las USAER y los CAPEP a todos los planteles educativos que lo requieran.

  “Ofrecer igualdad de oportunidades educativas a los alumnos” (PNFEEIE, SEP) con necesidades educativas especiales o con aptitudes sobresalientes, en todos los niveles y en particular a las modalidades de contexto más vulnerables.

  “Fortalecer y ampliar el número de servicios de educación especial y ofrecer atención educativa a un mayor número de niños y jóvenes con discapacidad múltiple y/o trastornos generalizados del desarrollo” (PNFEEIE, SEP).

   Realizar más estudios en esta área.

   Establecer un sistema de información confiable que dé cuenta de la situación del país en este aspecto.

   Rescatar experiencias exitosas de otros países.

Los docentes de la educación especial

En lo que concierne a la educación especial, vale la pena señalar que la Ley General de Educación prevé atender a los educandos de forma adecuada a sus propias condiciones, con equidad social incluyente y con perspectiva de género (artículo 41). Además, establece que se propiciará la integración de los alumnos con discapacidad a los planteles de educación regular, y para aquellos que no lo lograsen, se procuraría la satisfacción de necesidades básicas de aprendizaje a través de programas y materiales de apoyo didácticos necesarios. Sin embargo, aunque en la última década se han puesto en marcha algunos programas y se ha mejorado la atención en esta modalidad, todavía es una aspiración a cumplir lo que dice la ley. Igualmente, el cuidado y la formación del personal encargado de atender a los alumnos con capacidades diferentes ha cambiado a partir del diseño del Programa Nacional de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa, pero los niveles de habilitación todavía son insuficientes.

Por ello es necesario:

   Asegurar que el personal de educación especial cuente con la formación y las habilidades necesarias para atender a los alumnos y las alumnas con necesidades educativas especiales, particularmente aquellas con discapacidad, puesto que en la mayoría de los casos el personal de las USAER no cuenta con estrategias para responder a las demandas de los estudiantes con necesidades especiales (SEP, 2002).

  Garantizar la capacitación y actualización del personal de educación especial, así como los materiales y el apoyo necesarios para el desempeño de su labor, con el fin de que la atención que procuran sea adecuada y pertinente.

   Diseñar estrategias para convertir el aula en un espacio inclusivo en el que todos los estudiantes puedan contar con aprendizaje significativo. El total del personal consignado a educación especial debe contar con las competencias adecuadas para atender con calidad a dicha población.



3 El INEE afirma que “preocupa que el apoyo del personal de USAER y CAPEP no se garantice para todas las docentes que atienden a niños con NEE, pues el trabajo en colaboración con personal especializado es una condición indispensable para el logro de los propósitos educativos con todos los alumnos” (INEE, 2010: 101).