Telecomunicaciones y tecnologías de la información y la comunicación

Las telecomunicaciones y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se han convertido en un elemento indispensable en todos los niveles educativos. Por ende, su incorporación en la atención del rezago de la INFE, así como en los nuevos espacios, es obligatoria. De este modo, las normas y especificaciones del INIFED y organismos similares de las entidades federativas deben hacer mención explícita de las telecomunicaciones y las TIC.

En lo que respecta a las telecomunicaciones se propone atenderlas como infraestructura estratégica, y no como un mero servicio. Se plantea la meta de incorporar a todos los estudiantes a la sociedad de la información mediante la masificación del acceso a internet de banda ancha. Es evidente para todos que la banda ancha tiene un impacto significativo en la economía, el crecimiento del empleo, el crecimiento económico, la productividad, la innovación y la reducción de la brecha digital. Por ello, el Estado mexicano está obligado a impulsar la construcción de una plataforma tecnológica de punta en materia de telecomunicaciones que sea la base del desarrollo de la educación y de otros sectores económicos del país. En la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI), se planteó al acceso a las TIC como un elemento indispensable para acelerar el cumplimiento de los objetivos del desarrollo del milenio previsto para 2015 (tabla 1 del anexo 5). También es pertinente señalar que las TIC son un elemento indispensable en la reducción de la desigualdad.

En la sección “Escenarios del futuro de la infraestructura física educativa” (p. 270) se presentaron los escenarios previstos para los espacios educativos en los diferentes niveles escolares. En esta propuesta subyace la implantación de “Comunidades de Educación Digital”, ced, integradas por redes de alumnos, profesores, directivos y padres de familia quienes, en un ambiente colaborativo y de corresponsabilidad, desarrollen, compartan y formulen conocimiento, contenidos y estrategias didácticas. El desarrollo de CED depende de lograr que internet sea de acceso universal en México. Específicamente, esto depende de siete rubros, a saber:

a)     Cobertura de telecomunicaciones.

b)     Calidad de telecomunicaciones.

c)     Dispositivos.

d)     Precio de telecomunicaciones.

e)     Contenidos.

f)     Calidad del docente.

g)     Aplicaciones y servicios.

En nuestro país, la cobertura de las telecomunicaciones (por ejemplo banda ancha móvil y fija) es razonable en las zonas urbanas. En contraste, como ha quedado de manifiesto, la cobertura en las zonas rurales es muy pobre. Los principales elementos que han contribuido a frenar la penetración de la banda ancha en México han sido las poco acertadas políticas públicas en la materia y los constantes litigios por parte de las empresas. En la actualidad, 13 de cada 100 mexicanos tienen acceso a banda ancha y para 2012 se tiene la meta de que esta cifra suba a 22 de cada 100 (véanse figuras 1 y 2 del anexo 5).

Para atender el rezago en la cobertura, se propone gestionar el espectro radioeléctrico de 700MHz, de modo que una parte del mismo lo asuma el Estado mexicano para actividades de seguridad nacional, salud y educación. Se requiere que el Estado dé certeza jurídica a quienes puedan prestar el servicio de telecomunicaciones en el resto del espectro y que impulse la inversión público-privada para construir nuevas redes de fibra óptica. Asimismo, se debe impulsar la convergencia digital plena.

Conviene señalar que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cuenta con una amplia red de fibra óptica que opera con 115 hoteles. Con una inversión relativamente modesta, se lograría pasar a más de 2 000 hoteles para atender a la mayor parte del país (98% de la población que cuenta con servicio público de energía eléctrica).

En cuanto a la calidad de las telecomunicaciones, se propone que el ancho de banda móvil sea de al menos 5Mb, y fija de 10Mb. Asimismo, que todas las escuelas cuenten con internet inalámbrico.

En relación con los dispositivos, el des­arrollo de nuevos equipos (a partir de 70 dólares americanos) permite suponer que todos los niveles escolares usarán tabletas o similares para apoyar el proceso enseñanza-aprendizaje. Se propone extender los programas de apoyo para la adquisición de computadoras y, sobre todo, de tabletas, smarthphones, etc. Se plantea que todos los alumnos, desde preescolar hasta educación superior, cuenten con un dispositivo tipo tableta. La inversión anual sería del orden de 0.049% del PIB.

En lo referente al precio por el servicio de telecomunicaciones, sería deseable abatir los precios para hacerlo accesible a la mayor cantidad de familias mexicanas. Se recomienda explorar modelos adecuados a la capacidad de pago de los segmentos de la población, incluyendo el desarrollo de mecanismos de subsidio de internet con límite de consumo.

Los temas de contenidos y de calidad de los docentes debidamente formados para hacer uso de las TIC como apoyo a la docencia, son igualmente críticos.

Alcanzar una penetración universal de internet permitirá desarrollar aplicaciones y servicios, tales como:

    e-Gobierno: impuestos, trámites, consultas, etcétera.

    e-Educación: interactividad digital en espacios educativos, capacitación en línea.

    e-Salud.

    e-Banca.

    e-Comercio (B2B, B2C).

    Socialización.

    Entretenimiento.

    Cultura.

    Información.

En suma, la propuesta fundamental es que el acceso a internet de banda ancha sea considerado como un derecho universal y como infraestructura básica en todas las escuelas del país, al igual que el agua, la electricidad y los caminos de acceso.