Dentro de 10 años el Sistema Educativo Nacional contará con un sistema de evaluación que asuma la evaluación como una valoración sistemática de insumos, funcionamiento o resultados de políticas, programas, intervenciones, unidades administrativas, instituciones o desempeño de individuos, en comparación con un conjunto de estándares explícitos o implícitos para contribuir a su mejoramiento.
Este sistema de evaluación articula a los subsistemas de evaluación de la educación básica, media superior y superior, los cuales mantienen su independencia y especificidades. Cumple con estándares internacionales, y aporta información útil y suficiente para definir políticas y acciones que permiten enfrentar eficazmente los retos relativos a la pertinencia, la calidad, la equidad y la inclusión en la educación básica, media superior y superior.
• Considerar de manera integral y articulada todos los componentes esenciales de la educación, para evaluarlos con fines diagnósticos, formativos o sumativos, mediante métodos cualitativos y cuantitativos.
• Utilizar un marco nacional de estándares de calidad apropiado para los distintos niveles educativos, que considere sus características y necesidades, así como el contexto geográfico, socioeconómico y cultural de las instituciones educativas del país y de los individuos.
• Aportar información de calidad y de manera oportuna que sea útil en la planeación, gestión y evaluación de las políticas educativas del país.
• Asegurar que los resultados de las evaluaciones contribuyan a mejorar la calidad, la equidad, la pertinencia y la inclusión en la educación básica, media superior y superior.
• Promover la utilización de los resultados de las evaluaciones para el desarrollo de una investigación educativa útil para el sistema educativo nacional.
• Emplear métodos, procedimientos y programas de evaluación que hayan demostrado con evidencias su utilidad.
• Realizar las evaluaciones de manera independiente y sin sujetarse a la presión de individuos o grupos, con la participación de académicos y profesionales competentes en el ámbito de la evaluación, guiados por principios éticos.
• Mantener relaciones con organismos evaluadores internacionales.
• Evaluar periódica y sistemáticamente las evaluaciones.
• Establecer un marco normativo y ético que oriente el funcionamiento de la evaluación en el Sistema Educativo Nacional.
• Crear un consejo o instancia que armonice y articule las normas y los lineamientos de los tres subsistemas de evaluación considerando que cada uno tiene sus propias características y necesidades, así como una historia particular.
• Conformar un sistema de información confiable de la educación básica, media superior y superior.
• Instituir mecanismos de seguimiento de las evaluaciones con el objetivo de asegurar su transparencia, pertinencia y utilidad en la definición de políticas, programas, estrategias y acciones para mejorar el Sistema Educativo Nacional.
• Formar recursos humanos en evaluación para fortalecer las instancias en esta materia del país.